Por lo visto el haber pasado por dos partos con sus respectivas lactancias le han dejado unos pechos diferentes a los que tenía antes y Britney se ha emperrado en que quiere llevar a cabo una cirugía reparadora que cuesta 10.000 dólares y que le dejaría las tetas perfectas y simétricas. Tras pasar por un psicólogo que ha confirmado que eso ayudará a la confianza en sí misma de la propia Britney, su padre, Jamie, ha dado el visto bueno, al demostrarse que la Spears no lo hace por nadie más que por ella misma, ya que le da igual lo que piensen los demás, pero que estará más segura y contenta tras la operación.

Esperemos que salga todo bien y que algún día pueda hacer una continuación del ‘Sex’ de Madonna, enseñando tetas bien simétricas.

Via: CromosomaX